Hasta hace relativamente poco tiempo, tanto dentro como fuera de Panamá, la percepción social general era que el Canal de Panamá representaba la arteria principal y el corazón de esta gran metropolis latinoamericana en la que se ha convertido hoy Panamá. Este país conocido como un crisol de cultura, hoy lo es más que nunca, especialmente por el alto volumen de turistas que ha recibido en los últimos 4 años.
Tanto ha crecido, especialmente en los últimos dos años, que la industria del turismo ha rebasado a la facturación por peaje del Canal de Panamá, casi duplicándolos. El gasto por turista ha alcanzado los $3.316 millones frente a los $1.863 millones de los peajes que generó el Canal en 2013, convirtiendo al turismo en el primer sector de importancia de la economía panameña en un periodo de incertidumbre mundial, creciendo al 6,7%.
Lo más positivo, como marcan los expertos, ya no son estos llamativos datos, sino su tendencia. El turismo es ya un valor en alza en Panamá, como muestra el crecimiento con respecto a 2012, nada menos que un 7.8%, según la Autoridad de Turismo de Panamá (ATP).
Los orígenes de los turistas son variopintos, destacando la procedencia del continente, América del Sur y del Norte, en menor medida, siguiéndole Europa, la región, Asia y las Antillas. Entre los europeos destacan los españoles significativamente.
El turismo, como la mayoría de los sectores cuenta con diferentes especializaciones. Así, el turismo de lujo también representa un valor en alza en Panamá y hace gala de crisol de raza y cultura de personas con un poder adquisitivo medio y alto. Un ejemplo de turismo de lujo y de calidad, lo encontramos en uno de los edificios más representativos de Panamá, Trump Ocean Club, presidiendo la zona de Punta Pacífica y cuya forma de vela mira al Océano Pacífico con orgullo, como una de las construcciones emblemáticas del Nuevo Panamá que hoy nos encontramos. Mirando firme al futuro y a una tendencia de crecimiento económico que según los expertos no ha hecho más que comenzar.