Estamos en esa temporada del año donde la exposición al sol tiende a aumentar y las altas temperaturas pueden provocar resequedad en la piel, por lo que es imprescindible mantener una protección adecuada para garantizar la salud de nuestro ADN.
Los rayos ultravioleta (UVA) penetran en las capas más profundas de la dermis y son más intensos que los UVB, convirtiéndose en la causa principal de la aparición de posibles quemaduras que en el peor de los casos originian melanoma, la forma de cáncer de piel más peligrosa, en fase avanzada puede ser una enfermedad mortal; es por esto que el Hospital Metropolitano de Santiago (HOMS) hace algunas recomendaciones de acciones para prevenir los efectos devastadores de la excesiva incidencia de los rayos solares.
Evitar exponerse al sol sobre todo en las horas centrales del día es primordial, debido a que los rayos UVA son más fuertes durante las 10 am y 4 pm. Aún así, se recomienda aplicar protección solar cada dos horas durante todo el día. Es importante destacar que los mejores protectores solares son aquellos con etiqueta FPS de 30 o superior, preferiblemente resitentes al agua.
Para una correcta protección el tipo de prenda de vestir y el color de la misma es importante, así como las gafas, cuyos cristales deben estar certificados. También se aconseja llevar una buena alimentación e hidratación, y tomar las horas de descanso adecuadas.
La dermatóloga, Alexandra Espinal, manifiesta que “aparte de resequedad de la piel la exposición al sol produce quemaduras, deshidratación, manchas, envejecimiento cutáneo y predispone a cáncer de piel, por lo que es imprescindible la prevención, e ingerir suficiente agua, por menos 12 vasos de agua al día”.