La segunda fase del proyecto del gobierno en la Ciudad Colonial se centra en mejorar la condiciones de habitabilidad de sus barrios más poblados, la recuperación de los espacios públicos, puesta en valor del patrimonio históricos, impulsar la economía local, el desarrollo de la oferta cultural y el fortalecimiento de los mecanismos de gestión de esta parte de la capital.

Los residentes de la Ciudad Colonial serán los protagonistas centrales de la segunda fase de renovaciones que contempla el Programa de Fomento del Turismo en la Ciudad Colonial a cargo del Ministerio de Turismo (Mitur) con financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), explicó Maribel Villalona, coordinadora general del Programa.

Contrario a los rumores sobre desalojos y otras acciones para afectar a los residentes de la Ciudad Colonial, afirmó que “la segunda fase tiene como objetivo principal intensificar la actividad residencial, comercial y turística de la Ciudad Colonial, a través de la mejora de las condiciones de habitabilidad de los residentes, el fomento de la economía local, el fortalecimiento de los mecanismos de gestión de la ciudad, la recuperación de espacios públicos y la consolidación de la oferta de Turismo Cultural”.

El componente sobre mejora de las condiciones de habitabilidad en Ciudad Colonial incluye la reparación de viviendas de los barrios de la zona Norte (San Miguel, San Antón y Santa Bárbara) y de la zona Sur (San José, Montesinos, Santa Clara, Regina, El Carmen, Puerta de la Misericordia y Juan Pablo Duarte). También la identificación de edificaciones que pueden ser transformados en edificios para viviendas en la calle El Conde, como forma de atraer nuevos pobladores y revertir la pérdida de población sostenida que ha sufrido la Ciudad Colonial en las últimas décadas.

Además incluye la recuperación de 120 fachadas y techos, incentivos indirectos para el desarrollo de la oferta de viviendas asequibles y la identificación de propiedades con potencial para proyectos de viviendas y propuestas de modelos de negocios rentables en el área.

En cuanto a la recuperación de espacios públicos comunitarios, contempla la revitalización de los fuertes de San Miguel, San Antón, Santa Bárbara, Puerta de Atarazanas y Puerta Don Diego; la rehabilitación de las calles periféricas del Monasterio de San Francisco, la revitalización integral de la Plaza España, la reintegración de la Ronda de la Muralla y la habilitación de parqueos públicos y privados al norte de la muralla. La identificación y creación de parqueos es una de las prioridades del Programa de Fomento del Turismo en la Ciudad Colonial.

El componente sobre desarrollo de la economía local incluye apoyo para la adecuación de micro negocios, asistencia técnica y capacitación para las pequeñas y medianas empresas, y un fondo para nuevos emprendimientos que se asignaría mediante concursos. También la mejora de las escuelas técnicas de los ministerios de Trabajo, Educación y Cultura, la formación de docentes y el rediseño curricular para la formación en servicios turísticos. Incluye un proyecto para la adecuación funcional y física del Mercado Modelo.

El componente para la consolidación de la oferta de turismo cultural tiene prevista la recuperación del paseo Ribera del Ozama, de la calle peatonal El Conde y la rehabilitación y puesta en valor del Convento de San Francisco. Incluye la rehabilitación integral de las calles Padre Billini, Las Mercedes, Arzobispo Nouel, Duarte, Hostos, Las Damas y Gregorio Luperón. Además, un plan de movilidad urbana, mejora del manejo y la recolección de residuos sólidos, la modernización de las museografías de Casas Reales y el Alcázar de Colón y la consolidación del sistema de video vigilancia e iluminación.

Mientras que el componente de fortalecimiento de la gestión turística, cultural y urbana, incluye un programa de mejora de la gestión de la Ciudad Colonial a través de la creación de un mecanismo de gestión sostenible y de un sistema integrado de gestión de servicios; un plan de marketing del centro histórico, la continuidad del observatorio turístico, un sistema de registro, clasificación y calidad del establecimientos turísticos y un plan de rutas turísticas.

Otro punto importante que desarrolla este componente es un plan de fortalecimiento institucional de los ministerios de Turismo y Cultura y del Ayuntamiento del Distrito Nacional, por ser las instituciones de mayor incidencia en la gestión del centro histórico.

Para mitigar los posibles impactos que pueden generar las intervenciones de esta etapa del PFTCC, se harán estudios arqueológicos previos, un plan de manejo del patrimonio mundial, un estudio de vulnerabilidad de inmuebles, un plan de gestión de obras y ordenamiento del tráfico y un plan de apoyo a negocios, entre otros.

Maribel Villalona detalló que “la puesta en valor del Convento de San Francisco y de readecuación del Mercado Modelo son proyectos cuya realización está condicionada, a que se logre un consenso entre instituciones públicas vinculadas y actores de la sociedad civil, como es política del Ministerio de Turismo en los proyectos que emprende”.

Explicó que la segunda etapa del PFTCC, al igual que la primera, es resultado de la “aplicación de la metodología de formulación” que utiliza el BID para este tipo de operaciones. Desde el 2015 se han realizado encuestas, análisis socio ambientales de riesgos y de la situación de la vivienda, entrevistas institucionales y con actores de la sociedad civil, consultas con el ADN y el Ministerio de Cultura.