Volar ha sido desde siempre uno de los sueños de los hombres, poder elevarse y desplazarse como las aves, ¡libre! El vuelo libre, sin motor, ha evolucionado en los últimos años, para convertir ese sueño en algo accesible a todos. El parapente y el ala delta nos permiten gozar de esta libertad, de dirigir nuestro rumbo y ascender o descender con las corrientes de aire, exactamente como las aves.
El parapente surge a principios de los años 70, y es utilizado inicialmente por los paracaidistas franceses para eliminar la necesidad de un avión en sus saltos. A principios de los 80 se popularizó entre los montañistas como una manera rápida de descender desde los picos que escalaban. De ahí su nombre, parapente, o sea paracaídas de pendiente.
Esta modalidad consiste en una vela flexible que se sirve del viento relativo que se crea al descender una pendiente para elevarse en vuelo. Esa es la primera diferencia que encontramos respecto al paracaídas. Con el parapente no existe salto al vacío, sino que el despegue se realiza con una breve carrera desde cualquier montaña en la que recibamos el viento de frente. Una vez en el aire, el parapente se dirige utilizando dos frenos y cargando el peso del cuerpo hacia uno u otro lado, lo que permite volar en la dirección que se desee y elegir el lugar de aterrizaje.
Pero el parapente no es tan solo un medio de descenso. Gracias a las corrientes térmicas y dinámicas de viento, el parapentista puede elevarse por encima de la altura de despegue y así poder desplazarse distancias larguísimas, incluso sobrepasar los 500 km en un vuelo.
Destino de parapente
República Dominicana es un lugar privilegiado para la práctica del parapente gracias a su geografía montañosa y a la brisa proveniente del mar. Este deporte llegó al país hace aproximadamente 20 años. En la actualidad el centro del parapente es Jarabacoa, donde existen varios despegues acondicionados con diferente orientación del viento. Pero no es el único sitio de vuelo. Existen despegues con espectaculares vistas en Paraíso, Azua, la Hoz, Constanza, Casabito y Puerto Plata, entre otros.
Poco a poco el parapente va reivindicando su lugar en la oferta turística de República Dominicana, con un mercado fundamentalmente local. Se está convirtiendo en una nueva opción para los amantes de la naturaleza. Merece la pena poder maravillarse con los valles, ríos, saltos de agua y montañas del país desde las alturas, lo cual le da una nueva perspectiva. Se trata de una actividad ideal para realizar en familia o con un grupo
de amigos.
Al igual que los lugares de vuelo, la comunidad de pilotos está creciendo. Al tratarse de un deporte que no es muy demandante físicamente, personas de todas las edades se están animando a aprender y, de la mano de la Asociación Dominicana de Vuelo Libre se realizan encuentros y competencias en las que los pilotos del país tienen la oportunidad de compartir buenos momentos y demostrar sus habilidades en vuelo.
Para vivir la experiencia
Si aún no lo ha probado, tienes dos opciones. Una es realizar un vuelo tándem, en el que volará con un piloto que dirigirá el parapente mientras disfruta de la experiencia de volar como un ave. Para esta opción no necesita ningún conocimiento previo ni forma física específica. Pueden volar niños desde cinco años en adelante y adultos de cualquier edad, tan solo necesitará correr unos cinco pasos y estará en el aire.
Y si quiere más, puede hacer un curso de vuelo en el que aprenderá todo lo necesario para volar por si mismo: empezará manejando el parapente en tierra, para aprender a controlarlo, y luego iniciará con pequeños vuelos en una pendiente de pocos metros para perfeccionar sus habilidades de despegue y aterrizaje. Así en un período de cinco a 10 días, dependiendo de su habilidad y de las condiciones del viento, estará listo para comenzar a volar desde la montaña, siempre recibiendo las indicaciones de su instructor por radio.
Cuando complete 20 vuelos en solitario desde la montaña, recibirá su licencia de piloto principiante y entrará a formar parte de la Asociación de Vuelo Libre Dominicana, una comunidad en la que seguirá aprendiendo y disfrutando junto con otros colegas. Puede informarse de ambas opciones en www.hawkparagliding.com.