Una mayor inversión en turismo sostenible puede impulsar la contribución del sector al crecimiento económico, al desarrollo y especialmente a la creación de empleo,
al tiempo que permite abordar los grandes retos ambientales, según el informe sobre la economía verde que acaban de publicar las Naciones Unidas.
Preparado en colaboración con la Organización Mundial de Turismo (OMT), el capítulo dedicado al turismo del informe sobre la economía verde dirigido por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) demuestra que invertir en un turismo respetuoso con el medio ambiente puede ser un motor del crecimiento económico, de la reducción de la pobreza y de la creación de empleo y, al mismo tiempo, conducir a un uso más eficiente de los recursos y minimizar la degradación ambiental.
El turismo es uno de los motores de crecimiento más prometedores de la economía mundial, según el informe, pero su desarrollo va unido a problemas de sostenibilidad. Una inversión de un 0,2% al año del PIB mundial (135.000 millones de dólares según los niveles actuales de PIB), de aquí a 2050, permitiría que el sector turístico siguiera creciendo de manera constante en las próximas décadas y contribuyese a un crecimiento económico sumamente necesario y a crear oportunidades de empleo y desarrollo, ofreciendo a la vez ventajas ambientales significativas, como la reducción del consumo de agua (18%), del consumo energético (44%) y de las emisiones de CO2 (52%) en comparación con lo que sucedería en un escenario «sin cambios».
«Las conclusiones del informe corroboran algo que la OMT lleva tiempo defendiendo: que el sector turístico puede ser un agente de cambio precursor de la transformación hacia una economía verde», explicó el secretario general de la OMT, Taleb Rifai. «El informe es un hito. Si avanzamos en nuestro programa de sostenibilidad, el sector turístico podrá reforzar su capacidad de seguir generando crecimiento y empleo en todo el mundo».
Para movilizar y maximizar esta inversión turística, el informe pide un mejor acceso a herramientas y financiación para las empresas pequeñas y medianas, en particular de los gobiernos y de las organizaciones internacionales, con los que pueden entablarse asociaciones público-privadas. Las políticas públicas y el apoyo en forma de subvenciones para alentar la inversión privada en el turismo verde crearía las condiciones adecuadas para un mayor desarrollo del turismo sostenible. La planificación de los destinos y las estrategias de desarrollo se consideran un primer paso hacia el «reverdecimiento» del turismo.
Este avance hacia un turismo más sostenible crearía más empleo y generaría mayores rentas para las comunidades locales, respondería a la tendencia de los consumidores de demandar una experiencia de viaje cada vez más sostenible, incrementaría la competitividad y reduciría los gastos de explotación de las empresas turísticas.
La economía verde se define en el informe como «una economía que genera un mayor bienestar para el ser humano y reduce las desigualdades a largo plazo, sin exponer a las generaciones futuras a riesgos ambientales importantes ni a la escasez de recursos ambientales».
La iniciativa de la economía verde, lanzada por el PNUMA a finales de 2008, tiene por objeto aportar pruebas claras y convincentes que apoyen la transición hacia una economía verde, dominada por la inversión y el consumo de bienes y servicios que contribuyan a mejorar el medio ambiente. Siendo una de las principales actividades de la iniciativa, el informe sobre la economía verde utiliza el análisis macroeconómico para demostrar que el «reverdecimiento» de la economía en diversos sectores, como el turismo, puede conducir al crecimiento económico y a la creación de puestos de trabajo, a la vez que ofrece respuestas a las desigualdades sociales y a los retos del medio ambiente.