Tengo una familia hermosa y numerosa, muchos nietos y bisnietos, los adoro a todos. Con cada uno he vivido momentos maravillosos. No tengo favoritos porque todos para mí son “Ediciones de Lujo” que, con la bendición de Dios, mis hijos me han regalado

Hoy con inmenso placer y todo el amor de su abuela, le dedico con sano orgullo, este editorial a mi nieto Aldo Bonarelli

Desde su primera infancia Aldo fue un niño fuera de serie, tenía el peso y tamaño casi tres tallas por encima de su edad biológica y por ende siempre fue el más alto y fuerte de su clase, y los big wheels (triciclo) que usaban mis nietos para echar carreras en nuestra residencia de Boca Chica también le quedaban chiquitos

Recuerdo una anécdota de Aldo cuando tenía 6 años que me sacó las primeras canas. Estaban compitiendo en una carrera y se le destartaló su big wheels, se incomodó y desapareció del escenario. De repente oigo su voz llamándome “Bila…, Bila”, y cuando lo vi estaba trepado en el techo de la casa, se me colgaba de una mano, y me hacía “wititio watatao”. Yo no podía creer cómo se había subido y mucho menos cómo lo iba a bajar. Mientras Canete, el salvavidas de la piscina, daba la vuelta para salvarle de una caída estrepitosa, traté de distraerlo diciéndole: “Mi amor, esto no se lo digas a nadie, tengo un regalo que te voy a entregar cuando vengan a buscarte, pero no lo puedes abrir hasta llegar a tu casa. Es una sorpresa solo para ti”. Cuando lo bajaron ileso, comenzó de inmediato a llamar a su mamá para que lo mandara a recoger y yo me tiré en el sillón para serenarme con un té de manzanilla. Travesuras que quedan grabadas en la memoria y con los años nos roban una sonrisa.

Aldo tiene un lugar muy especial en mi corazón. En más de una ocasión me ha consultado con diferentes proyectos personales y financieros y aún cuando reconozco que su nivel profesional es más elevado que el mío, siento que mi opinión y las alternativas que le he presentado no lo han defraudado

En noviembre del año pasado él y su esposa Sarah, a la que quiero como nieta, me invitaron a compartir un sueño que venían acariciando. Ya en febrero de este año me mostró el resumen ejecutivo, los objetivos y la gestión financiera para su restaurante ALLEGRA, nombrado así en honor a su segunda hija. Y tal como había programado, el 11 de octubre del año en curso se impartió la bendición del local

No me sorprende que al escribir estas líneas el feedback de los comensales atendidos haya derramado tantos elogios por las redes sociales sobre las características del ambiente y el servicio recibido en ALLEGRA

Mi nieto querido, es mi deseo que este mensaje quede grabado en Bohío para la historia de la gastronomía dominicana, consciente de que en ALLEGRA se ha tomado muy en cuenta la importancia de la relación que debe existir entre el comensal, el servicio y el entorno donde va a degustar su plato favorito

Les reitero el orgullo que siento de ustedes como familia y como emprendedores. Les deseo buena salud y que nunca les falte la bendición de Dios

A mis lectores los invito a visitar ALLEGRA, una propuesta gastronómica diferente, ubicada en el corazón del distrito financiero de Santo Domingo, en Roble Corporate Center.